viernes, 24 de agosto de 2007

La bata esta sucia


El sexto sentido me llama por mi nombre. Me toca el hombro. Insiste. Entreabro los ojos y una completa oscuridad me confirma que es de madrugada. Miro el reloj y son las 4:15 AM. Decido recuperar el sueño. Siento un ruido. Es el aire acondicionado, el abanico o un sollozo? La incógnita desplaza del primer lugar al sueño el cual lucha por ser la prioridad. Se repite el ruido así que decido investigar. Es un sollozo. Abro la puerta al tiempo que todos mis sentidos se agudizan esperando encontrarme con una absoluta oscuridad. Sorpresa! Mía estaba parada frente a mi puerta a oscuras. "La bata esta sucia" me dice mientras lloraba.

La luz del baño estaba encendida y en la oscuridad la tomo de un brazo y me dirijo a esa luz que por costumbre amanece apagada. Al llegar al baño veo los pantis en el suelo. "La bata esta sucia" entre sollozos. Los pantis reviso mientras me siento en el suelo y están secos. Le miro la cara y está cubierta de lágrimas. "Límpiala" me dice. La tomo en brazos y le doy una vuelta y noto que no hay suciedad. Levanto la bata y veo que no tiene los pantis puestos. Empiezo a palpar y siento cierta humedad. "Lávala, está sucia" entre sollozos. Con las manitas sostenía la bata para que se la quitara. Le quito la bata y le explico que la lavo en la mañana. "Nooo, lávala, la bata esta sucia".

Ya desnuda me miraba con ojos de onda pena tratando de entender el por qué dejar para mañana el lavar la bata. Por qué? Porque no lavarla si esa es su bata de conejita y a ella le gusta? Le expliqué que si la lavaba se iba a quedar mojada y no se la podía poner. Le puse el panti. Aproveche y use mi mejor arma para calmar la situación dije: Quieres dormir con papi? "Si" mientras ponía el dedo en su boquita.

Con un abrazo que confirma que no hay mayor fuerza en el mundo ni cariño más sincero que el que existe entre padres e hijos levante del suelo ese cuerpito semidesnudo cubierto por un panti azul que tuve la torpeza de poner al revés. Me dirigí a mi habitación. Me recosté dándole un abrazo no fuerte pero que dejaba salir de mi pecho todo el afecto que siento por mi princesita y la cubrí con mi pecho y la sabana.

"Papi y mi bata?" repitió.

Esta sucia le dije.

"Ponme otra"

Te pongo una franela de papi?

"Si"

De la gaveta tomé la primera que encontré y le puse la franela sin importar como le quedara. Cabeza y brazos afuera por donde les tocaba salir. Así durmió mi princesa. En mi regazo. Con apenas 27 libras y dentro de una franela para alguien de 192. Con mi brazo como almohada. Al amanecer un beso y una sonrisa. Ahí quedó el primer intento de Mía de levantarse a hacer pipi sola de noche. Me tomo 1 hora recuperar el sueño. Lástima por lo que pierden más sueño que yo sin ver crecer a sus hijos.