lunes, 18 de junio de 2007

La Cerda


Mi Abuela media entre 4'.8" o 4'.9". Morena, redondita quizás por la edad, moñito malo y siempre con un olor a tabaco con miel como esencia. Supongo que echaba coños cuando estaba enojada pero de haberlo escuchado con mis oidos no recuerdo. Para mi era todo un angelito negro sin alas. La conocí con 88 u 89 años supongo por que crecí visitándola a cada momento. Realmente nunca supe su edad cierta ya que ni ella misma se acordaba (quizás para su conveniencia). Lo que la delataba y me daba pistas era que su padre lo mataron cuando la guerra de los Bolos y los Coludos (1912 según google) y cuando eso ya ella estaba señorita. Señorita, según la gente de campo es después que a una joven le llega su primera menstruación así que para el 1912 mínimo eran 11 años de edad.
Dientes solo le conocí uno y era un colmillo. Aunque siempre lo disimulo bien por el tabaquito que rara vez se quitaba de la boca. Si mirabas con detenimiento cuando comía te daba la impresión de que le iban a nacer dientes nuevos o que no los necesitaba debido a la destreza con que rompía los huesos. Yo adoraba a mi abuela. Extraño sus besos suaves que solo una persona que te quiere y sin dientes sabe dar. Extraño ese olor a tabaco y café combinados sutilmente con cariño puro de corazón que marco mi juventud.

Mi abuela a todo el que conocía, le repetía la misma historia. Que mi papá cuando nací esta en Panamá. Que mi mamá no tenia quien me cuidara. Que yo dormía con ella y ella me metía entre las tetas. Que si me sacaban de entre sus tetas yo lloraba. Que yo no la orinaba por que mi mamá me ponia una cosa ahí (pampers, nombre que nunca aprendió) que no dejaban que lo miao se salieran. etc, etc, etc. Yo creo que yo le saque más provecho a los grandes senos de mi abuela que los 9 hijos que tuvo. No por la leche sino por lo cómodo de usar uno de almohada y uno de sabana.
A las 12:00 del medio día sonaba la sirena de los bomberos y sincronizada como un robot estaba colocando ese plato de comida en la mesa. Ella casi no le gustaba comer. Se desayunaba con víveres. Cocinaba como para 8 personas y eramos 4 en la casa. Era del tipo de mujer que cocinaba probando. Se servía su plato de comida de primero, sacaba los demás platos, raspaba el concón y servía otro plato para comérselo inmediatamente terminara de fregar (lo cual hacia desde que la última persona se paraba de la mesa). Por ultimo luego de fregar con toda su calma y medio cojeando de entre los palos de la cocina con techo de cana sacaba un rollito de papel y un tronco de tabaco. Con el mismo cuchillo que usaba para limpiar el pescado, partir el pollo, picar la carne de res y demás actividades relacionadas con la cocina picaba el tabaco. Nunca, nunca vi ese cuchillo sucio. Estaba gastado por el medio de tantas veces que ella lo había amolado. Parece que no es fácil cortar tabaco pues era una actividad que solo en Baní la veía frecuente. Eso y lavar ese cuchillo en cada uso sin esperar el fregao era inusual fuera de ese ambiente. Insisto, cuanto extraño el aroma a tabaco y ese cariño sincero.

El que quisiera problemas solo tenia que mencionar algo en contra del Licey, Balaguer o Jack Veneno. De Balaguer tenia una foto sin arrugas (yo solo en esa foto lo vi joven). De Jack veneno una cuando el no tenia barriga y estaba vestido con la bandera Dominicana. Del Licey solo les puedo decir que había un radio que solo se escuchaban 2 cosas, los juegos de pelota y una emisora banileja que no recuerdo el nombre pero que había una sección que decían "Acabamos de sacar, el clavito del zapato" y los locutores mientras decían la noticia en el fondo se escuchaba el sonido de una máquina enviando un telegrama.
No recuerdo haber visto nunca su ombligo. Asumo que estaba escondido debajo de uno o ambos senos. Para ella era mas fácil ponerse la falda encima de ellos que levantarse los senos para ponerlos debajo. Si existiera forma de retroceder el tiempo quisiera volver atrás y darle un beso.

La casa esta dividida en 3. Sala y habitaciones mitad en cemento y mitad en madera. En el patio la cocina en madera y cana. Y al fondo la ......... si eso mismo. No es un el, es la letrina. Efectivamente si, tal como les paso por la mente. Una letrina de esas que no es necesario darle al Flush y que para bañarse había que vocear "Abran la manguera" y los vecinos de al rededor se enteraban que tu estabas en eso. Al lado de la letrina estaban las pocilgas. Mi tío Luis tenia varios cerdos. Ese era su entretención ya que el vivía del sudor de su frente pues trabajaba en la CDE. Le decían la Z. Nunca entendí bien por que pero si se que cuando empinaba el codo le cogía con decir "Yo soy la Z". Luego de cierta edad ya me encargaban a mi recoger sobras donde el pollero, la pescaría de la esquina y sobras de verdura en el colmado para alimentar a los cerdos. Cosa rara pero esta tarea nunca me desagrado. Quizás por que la pescaría estaba frente al colmado, el colmado estaba en la esquina y la esquina estaba a 2 casas de donde estaba la casa de mi abuela. El pollero? ese si estaba cómodo pues quedaba justo al lado y solo tenia que decirle al vecino que me pasara la cubeta.

En el patio, había gallos, gallinas, muchos patos, uno que otro chivo y los puercos. Todo un paisaje en miniatura adornado con guallabas, cocoteros y almendros. Todo lo que caía en la pocilga los cerdos se lo comían. Ya no era raro encontrar plumas de algún descuidado pollo.
Una noche de las que había luz se escucharon gritos en la pocilga. Fuimos a ver y era la cerda dando a luz. Ya yo había presenciado varios partos pero este en particular fue diferente. Diferente por que vi cuando el cerdo se le subió a la cerda (concepción). Vi cuando el cerdo se le durmió literalmente a la cerda encima. Y hasta jugué con el semen que cayó sobrante de una fornicación satisfactoria entre esos animales. Sabían que el esperma del cerdo es del tamaño de la uña del dedo pulgar de una mano normal. Al menos eso es lo que recuerdo. Ahora me tocaba ver a la cerda dar a luz. Bajo la luz de la luna y de un bombillo de no se que wattage pero que alumbraba bien vi salir a los primero 3 cerditos. El ultimo de los 3 salio gracias a que mi tío le dio una manita. La cerda se le notaba el sufrimiento. Habían otras personas opinando pero el más joven era yo. Dijo alguien "Cuidado si se le atravesó un marrano". No recuerdo mucho de la conversación pero si lo que aconteció luego.

Por ser el más joven y delgado sin quejarme y sabiendo que estaba haciendo un bien ya estaba yo sin tshirt y con el brazo enjabonado hasta el hombro. Despacio fui introduciendo el brazo dentro de la vagina de la cerda la cual se quejaba no de mi brazo sino del malestar que le aquejaba. Ese calentón que sentía en el brazo nunca lo llegue a comparar con nada hasta luego de estar en la pubertad y teniendo relaciones sexuales decidí entrar los dedos en el mismo lugar pero en un humano. Sin embargo, con la cerda era explorando sin ninguna otra sensación que no fuera la de explorar. Sin asco, sin remordimiento sin ninguna sensación extraña. Con el brazo adentro algo se movió "SACALO" me dijeron. Agarré mi marranito y despacito lo fui sacando agarrado por una pata. Grito inmediatamente la cabeza le quedo fuera. Así saque el 2do (5to del parto) y cuando iba para el 3ro sentí dentro de la cerda algo anormal. Encontré lo que entendia era un cerdito pero como que no encontraba lógica a no sentir resistencia, movimiento o forma normal. Saque despacito para llevarme la sorpresa de que solo extraje una parte del animal. Aparentemente ese cerdito había muerto prematuramente y estaba descomponiéndose dentro de la cerda bloqueando el paso a los cerdos vivos. 3 Salieron por su cuenta y 2 los ayude yo a a salir. Ahí entendí por que fue tan raro que los cerditos no salieron en orden. Los grandes primero y los chicos después. Es que los grandes estaban mas atorados que los chicos y uno de los grandes fue el del problema.
- Bueno, que hacemos ahora? Ya la puerca se siente mejor, parece que ese pedazo parece que era el que estaba atravezado. Y ya dentro. Que tu sentiste?
Yo no senti nada moviendose.
- Entonces no queda nada que no sea los otros pedazos. Pues toma. Ponle este óvulo y dejemosla quieta para que termine de botar todo eso. Busca el cortauñas para cortarle los dientes a los marranitos.
Ovulo en mano intruduje mi brazo por última vez dentro del animal. Alguien desde la cocina abrio la manquera (sip, la misma que llega a la letrina para uno bañarse) y me lave mi brazo. Placenta y demás desperdicios se quedan justo donde calleron pues la puerca inmediatamente se sintiera mejor se lo comia. Los marranitos les cortamos los dientes pero de cualquier forma uno de los que saque amaneció muerto. Luego aprendí que el esfuerzo que hacen al nacer los prepara para la estadia afuera. Yo lo saqué vivo pero ya el no tenia fuerzas como para vivir.

Al día siguiente todo transcurrió normal. Desayunarme con café o o chocolate con pan. Buscar la comida de los puercos, jugar a la placa con pelota de media, comer al medio dia al toque de la sirena y reposar, seguir jugando, darle comida a los puercos en la tarde, seguir jugando, bañarme antes que de se ponga la noche, hacer cuentos y jugar con grillos para luego dormir entre los senos de mi abuela disfrutando de ese delicioso olor a tacabo con miel y café. Extasiado con todo ese cariño incomparable que solo una abuela gordita, bajita, moñito malo, sin dientes y tetua sabia tener para mi.

Te extraño Victorina (18XX o 19XX - 2003)

1 comentario:

Anónimo dijo...

La historia muy bonita pero esos recuerdos de esa vieja solo los tienes tu