miércoles, 8 de diciembre de 2010

El monte y el perrito


Mil novecientos ochenta y ocho, más muelú no podía ser. En serio, yo juraba que estaba más bueno que una coca cola casi congelada bajo una sombrita acostado en la playa. Les juro que si me preguntaban en ese momento que quien gustaba más bueno si Luis Miguel, Luis Enrique (cuando era joven), Ricky Martin (cuando era hombre), Chayanne o yo, mi respuesta hubiera sido que ni liquandolos a todos conseguían con que hacer ruido en comparación conmigo. En serio, para esa época yo estaba recién creyéndome que era lo último de los muñequitos. Tenía novias que me sobraban y pegaba cuernos que hasta a mi mismo me daba vergüenza de lo que hacía. Luego, la experiencia me demostró que…. no hay porque tenerle vergüenza a esas cosillas y que quizás no estoy más bueno, pero estoy más asequible. =)

Bueno, el asunto era que yo estaba tan muelú que cuando me conseguía una novia aprovechaba y enamoraba a la hermana, a la amiga, vecina, prima o lo que sea para dejarla en stand by. O de lo contrario se la presentaba a mi gran inseparable amigo de esa época Christian B. alias El Cólera. Demetrio (compañero de colegio) lo bautizó así porque el Christian era flaaaaaaaaaacooooooo. Les juro que no pesaba 75 libras ni acabado de comer, mojado y cargando un botellón de agua. Por ser tan flaco, el pobre no levantaba mucho y parecía una persona que apenas se salvó de sufrir una diarrea infecciosa (Cólera). Para colmo era medio narizón. Pero era por falta de cara, ya para estos tiempos que ya tiene unas libritas la nariz no le sobresale tanto. El asunto era que andábamos de arriba para abajo juntos. Eso antes de que se nos uniera Leo (ese sí que era un totao del caco). Pero los cuentos con Leo los serán para después.

El asunto es que me he levantado una noviecita y le he conseguido la hermana a El Cólera. Me dio un chin de trabajo el convencerla pues ante la carencia de atributos de El Cólera (un plato fuerte de meterle el diente) pero la hermana se dejó convencer quizás para estar en el can. Lo cierto es que hay andábamos los 4, de arriba para abajo. Yo tenía como 16 años, apenas conseguía dinero para un pasaje (cambiando botellas), o si me prestaban el carro era algo del otro mundo y hasta perfume me ponía para esas salidas montado. El asunto es que ante la falta de recursos y la no tan maliciosa mentalidad de la época lo que uno hacia era darse besitos y estrujarse en cualquier oportunidad que uno tuviera. Uno salía a dar una vuelta en el barrio y era acechando donde hubiera una esquina media oscura, un callejón o hasta una casa en construcción para entrar y pasar un rato “agradable”.

Yo, que tenia par de novias y por tanto estaba menos necesitado, era más selectivo con los lugares donde me detenía a hacer mis fechorías. El Colerá, con toda esa energía (queso) acumulado, apenas podía caminar desde que sabía que había la oportunidad de pasarla bien. Suerte que al ser tan flaco, usaba siempre las camisas por fuera y no se le notaba esa erección eterna que hacía cada vez que nos juntábamos con Fixx (<= respetando el nombre pues uno no sabe si esta chica lee esto y es abogada y me mete al medio). En resumen, ellos se encendían cada vez que se juntaban. Hasta en el colegio de vez en cuando llamaban al Cólera por el nombre de la novia. Le decían FIXX para darle cuerda por una cosa o por otra. El simplemente no le paraba porque estaba en amor. Maxxx, mi novia, toda una belleza (en esa época no le veía defecto alguno), era todo un amor. Nos encendiamos casi como El Cólera y Fixx pero yo era un poco más controlado por lo que dije. Además, como dije antes, yo tenía otros escapes (de más experiencia) y al mismo tiempo respetaba el echo de que Maxxx era unos años menor que yo (creo que 2 para ser exactos) y por tanto no quería llevarla muy rápido (que considerado yo verdad?).

En una ocasión, salimos a dar una vuelta por el barrio. Los 4, no agarrados de mano por que había que disimular pero si dándonos topecitos y charlando disparates acordes con la edad. El Cólera y yo con el radar encendido buscando el primer lugar oscuro donde recostarnos con nuestras novias a darnos el estrujón. En esos tiempos a esa acción de manosearse se le decía “samar” no sé ahora el término adecuado. El asunto es que estábamos en dar una samaita y no encontrábamos donde. Y DIOS se puso de nuestro lado y justo pasando frente a una casa que al lado había un solar vacío (monte) se va la luz. Yo mire al Cólera de reojo y solo le vi los dientazos. También vi como le echó mano a Fixx por la muñeca y veo que dobla monte adentro. Maxx hace el mismo movimiento a lo que yo reclamo “Sres. Yo vi gente en la acera de esa casa y….” me callé justo cuando me agarraron por la cabeza no pensante que tenemos todos los hombres. El hombre no tiene suficiente sangre en el cuerpo como para tener el pene erecto y tener sangre en el cerebro para pensar. Ya caminando a tropiezos dentro del monte, empieza un perro al parecer pequeñó por la forma en que ladraba a hacer ruido en la casa del lado. Yo empiezo a decir “Sres. Ese perro va a hablar”. El Cólera me reprochó que dejara de azarar mientras se alejaba unos 20 pies de donde yo estaba para lograr así un poco de privacidad. Yo de por sí ya ni lo veía por la oscuridad del lugar. Cuando quise quejarme una tercera vez ya me Maxxx me estaba plantando un beso que termino de recoger el último chin de sangre que me quedaba en el cuerpo la cual se concentro todos en el ……..

Se armó, el perrito ese ladrando y yo sin darle mente en plena acción de samadera. El perrito jodiendo y hasta unos patos dijeron CUACK y yo perdido en mi mundo. Como que medio me desespero y me empiezo a bajar el zipper para que haya acceso a que me manoseen un chin mejor. Uno como muchacho al fin nunca piensa en las consecuencias de las cosas antes de terminar pensando en cualquier otra cosa que le cruce por la mente. Es decir, uno salta de pensamiento en pensamiento sin profundizar en ninguno. Ya me estaban trasteando los víveres cuando siento una luz en la cara. Yo que estaba medio mosca, rápidamente le sacó la mano de entre mi brageta a Maxxx y de inmediato me subo el zipper con el cuidado de no agarrarme un pedazo de aquello. De inmediato miro a mi izquiera y veo a SORPRESA EL COLERA ESTABA CON LOS PANTALONES EN LOS TOBILLOS. Ambos estaban inspirados que ni cuanta se habían dado de que los estaban alumbrando tal cual estuvieran en un estudio de televisión. Miro hacia al frente y veo como 4 a 5 luces que andaldiablo, esa gente compraron esos focos en Nueva York. En mi vida hasta estos días había visto unos focos que alumbraran tanto. Si no fuera por que la tecnología (que yo sepa) para ese tiempo no existía eran de xenón. Esos focos desde la acera me dejaron ciego. Y los tigres vocearon UN LADRON y yo miro de nuevo a Christian que reacciona y empieza a subirse los pantalones (no recuerdo lo que él estaba o le estaban haciendo porque no estaba atento a eso, pero fuera lo que fuera estaba gozando más que yo pues tenía los pantalones abajo). Yo no atino a decir nada que no fuera un ESPEREN, ESPEREN. Fixx se puso nerviosa porque literalmente la agarraron con las manos en la masa o en la boca, no sé, me falla la memoria.

El asunto es que hubo un reperpero y empezamos a salir del monte los 4, cabizbajos, tropezando, bajo la luz de medio barrio alumbrándonos con focos (suerte que no era por mi casa). Yo mientras salía pensaba en los hijoeputa que nos chivatearon que de seguro eran los que estaban sentados en la acera. Al mismo tiempo pensaba en El Cólera. Por su desesperación es que estábamos pasando esa vergüenza. Ya en la acera, las interrogantes. Esos pendejos preguntándonos que por donde vivíamos, que quienes eramos, etc, etc, etc. Todo demorando el tiempo en dejarnos partir. A simple vista se sabía, primero, que no éramos unos ladrones y segundo que nos dio una vergüenza del carajo que nos encontraran de esa forma. Si mal no recuerdo habían como 10 a 15 vecinos rodeándonos y quien tomo la palabra fue un militar. Ese, era el que vivía en la casa de donde el maldito perro recho y envidioso nos delató. Nos preguntó los nombres, nos pregunto la cédula (yo ni tenia, es más creo que ninguno teníamos). Nos pregunto de nuestros padres, nos pregunto de todo. Y Fixx hablando ñeca no se callaba pidiendo perdón. Me imagino que ella se sintió que si en su casa se llegaban a enterar que andaba con El Cólera, en un monte, y que El Cólera lo encontraron con los pantalones abajo, a ella mínimo la hacían casarse. Luego de unos minutos de puro show, de Fixx hablar pluma de burro pidiendo perdón (me dio mucha risa en una que ella dijo que ella era una muchacha, seria de su casa y el militar le respondió “SERIA Y TE SAQUE DE UN MONTE, SI ME TARDO UN CHIN MAS TE ENCOTRAMOS ENCUERA” <=Frase célebre que nunca olvidaré.

Luego de la tortura, nos dejan marchar, empezamos a caminar cabizbajos rumbo a la casa de las chicas a acompañarlas a 1 o 2 esquinas (porque supuestamente no andábamos juntos). Para luego aparecernos disque a visitarlas. Como ya la maldad fue suficiente por esa noche, Dios nos mando la luz de regreso para que pudiéramos detenernos bajo un poste de luz a quitarnos los cadillos y desengancharnos las hojas que pudieran estar atrapadas en lugares inéditos resultado de la forma presurosa en que tuvimos que ensamblarnos para volver a la normalidad. La verdad que el récho no piensa.

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